Esta tarde he tenido un sueño de los bonitos, bonitos de verdad, de aquellos que te gustaria poder aunque solo fuera grabarlos para poder verlo cuando quisiese.
Lo dicho, esta tarde tras una larga siesta, me he levantado feliz y cabreado. ¿El motivo? un sueño novedoso, algo que hacía tiempo que no tenía.
Todo ha empezado en una fiesta de cumpleaños de Rafa, esta se celebraba en un bajo grande (con techo de escayola, detalle importante para luego) estaba toda la peña de la panza de buda allí reunida y de repente cae un aguacero del 15, yo no sé porqué me acerco a un mueble que había por allí y veo que empiezan a caer gotas encima del mueble, miro hacia el techo y éste empieza a combarse hasta que finalmente tras salir todos de allí se hunde el techo inundándolo todo de agua... pero ésta no es la parte bonita, he de añadir también que la fiesta siguió adelante en la puerta de la calle, cosas del sueño.
Ahora es cuando viene la parte bonita, gracias a una foto que noches anteriores me enseñó Mari Angeles de Pliego de su universidad nevada, aparecía en mi sueño un lugar espectacular... me encantaría poder dibujarlo, pero no se me da el dibujo lo suficientemente bien como para plasmarlo...
Lo dicho, el lugar era como una serie de puentes de piedra gris, granito parecía, todo con nieve alrededor (lo atribuyo al aguacero que había roto el techo del bajo)... Frente a mí tenia una serie de canales por los que fluían miniarroyos de agua. Al fondo, a la derecha, había una cascada que pensaba que solo era nieve amontonada, pero no, al ver unos niños en canoas deslizándose cuesta abajo solo podía ser una cascada y lo blanco la espuma al romper. A mi izquierda tenía un puente partido en dos por un arroyo de esos pequeños de antes, en el cual para andar tenías que pasar una pierna a un lado y a otro del arroyo... En la próxima entrada intentaré dibujarlo si no olvido como era... aunque creo que será difícil olvidarlo dado lo especial del lugar :)
