Tras algunos meses de pensamiento, reflexiones, y otros puzzles mentales, de repente y sin esperarlo, surge un nuevo foco ante mi en mi camino de búsqueda de luz.
Aun no se si es un foco de luz, un foco de oscuridad, o simplemente un foco roto, pero lo que si que se es que no esperare nunca que una sola persona guíe mi camino, puesto que si falla esa persona, ¿que mas queda en esta vida? permíteme que te lo diga, soledad, amargura, pereza, y sobre todo, tristeza. Así podría haber resumido mis pasados meses si no hubiese sido por la ayuda de otra gente, gente que apoya y gente que anima. Pero siempre, gente. Nada de Internet ni messenger ni otras nuevas tecnologías antisociales, gente corpórea y tangible, que lo mismo te pueda ofrecer un abrazo o un beso, como un guantazo o un puñetazo, gente que te haga sentir vivo, y que te ofrezca vida.
No quiero caer en el tópico de todas las entradas de terminar hablando sobre la gente, por lo que voy a hablar de algo menos vivo pero mas entretenido (solo a veces) y es mi próxima adquisición de un Sony Ericsson Aino con el cual espero inmortalizar buenos momentos, amenizar mi día a día con música y regalarme la vista con películas.
Termino ya, diciendo que ojalá este nuevo foco sea de luz, mucha luz, y no termine dándome oscuridad como ya hizo una vez.
